El color en la oficina


Las personas percibimos la variedad cromática de manera diferente no sólo a nivel físico sino también a nivel psicológico. Catalogamos los colores de una manera en concreto dependiendo de la cultura que nos rodea, las vivencias que hemos tenido a lo largo de nuestras vidas y las tendencias globales. Por citar un ejemplo clarificador, el color negro no tiene las mismas connotaciones para una persona que está de duelo que para una persona de estilo gótico.

En los espacios de trabajo conviven personas diferentes ya sea por su cultura, sus vivencias o la generación a la que pertenecen. Además, las empresas desarrollan diferentes actividades entre sí, incluso dentro de una misma corporación; por ejemplo un médico en una sala de operaciones requiere máxima concentración mientras que los pacientes que están en la sala de rehabilitación necesitan estimulación… Ambos están bajo un mismo techo pero con exigencias completamente diferentes.


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Consejos para conseguir una oficina eficaz

Para crear un ambiente óptimo de trabajo hay que tener en cuenta la teoría del color; aplicarla de manera adecuada ayudará a crear espacios armónicos que mejorarán la productividad laboral. En términos generales, utilizar una gama de colores ergonómicos en las zonas de trabajo suele convertirse en la mejor opción. El alto contraste entre colores o simplemente la aplicación de cromáticas con mucha fuerza, como el color rojo, es contraproducente ya que produce estrés y provoca fatiga ocular. En las zonas de recepción, salas de espera o zonas de tránsito se busca todo lo contrario: llamar la atención a través de un impacto visual, lugar ideal para utilizar los colores corporativos.

Si tu oficina tiene zonas donde se realizan diferentes tipos de actividades, jugar con los colores para distinguir las áreas siempre es una buena opción, pero recuerda que debe haber una armonía en la variedad cromática. Ten en cuenta que los colores cálidos (amarillo, naranja o rojo) estimulan y favorecen la creatividad. Los colores fríos (azul, verde o marrón) tranquilizan y ayudan a la concentración. ¿Quieres saber qué transmite cada color? Sigue leyendo.


Sedus

Blanco: Transmite orden y calma, ideal para trabajos intelectuales. Aporta claridad y pureza.

Amarillo: Es un color que estimula y transmite energía y optimismo. Ideal para trabajos creativos donde la comunicación es primordial. Aporta mucha luz y vitalidad.


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Naranja: Transmite alegría y sociabilidad. Ideal para trabajos en los que se requiere negociar, escuchar y comunicar. Aporta vitalidad y diversión.

Rojo: Es un color que estimula la competitividad y la agilidad mental. Transmite energía, pasión y calor. Ideal para trabajos desafiantes. Aporta motivación y provocación.

Verde: Es un color que transmite confianza y esperanza. Ideal para trabajos dinámicos. Aporta energía y prosperidad.


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Azul: Transmite calma y estabilidad. Ideal para trabajos donde se requiere concentración. Aporta versatilidad estética y reduce el estrés.

Marrón: Es un color que transmite estabilidad y durabilidad. Ideal para trabajos de aires tradicionales. Aporta coherencia, seguridad y experiencia.

Gris: Transmite calma, elegancia y rigor. Ideal para trabajos donde se requiere concentración. Aporta atemporalidad y seriedad.

Negro: Es un color que transmite autoridad y lujo. Ideal para trabajos donde se busca la perfección. Aporta elegancia y seriedad.


Andreu World

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Imágenes: Enea / Sedus / Andreu World